Una vez nombrado, el juez partidor inicia el juicio de partición propiamente tal. Su objetivo es hacer una liquidación completa del patrimonio de la comunidad, pagar eventuales deudas y repartir los bienes entre los comuneros, según lo que les corresponda.
Este proceso incluye, entre otros:
- Hacer un inventario de los bienes y deudas.
- Valorar los bienes.
- Vender o adjudicar los bienes comunes
- Repartir los bienes
- Dictar la sentencia de la causa, llamada Laudo. Además, existe la denominada ordenata que es el cálculo matemático que explica cómo se repartieron dichos bienes y pagaron eventuales deudas.
¿Qué pasa si un comunero no está de acuerdo?
El juez partidor escucha los argumentos de todos los comuneros. Si alguno no está de acuerdo con la propuesta de partición, puede presentar observaciones o reclamos, que el juez debe resolver. Pero al final, la resolución del juez partidor es obligatoria y se puede ejecutar como una sentencia judicial. Además, el Juez Partidor puede vender sin necesidad del consentimiento de los comuneros los bienes de la comunidad. Incluso puede rematar dichos bienes.
¿Cuánto dura este proceso?
El juicio de partición puede durar varios meses o incluso un par de años, dependiendo de la complejidad del patrimonio y del nivel de conflicto entre los comuneros. Si los comuneros colaboran, el proceso puede ser más rápido y económico.
¿Cuánto cuesta?
El costo del juicio de partición incluye:
Honorarios del juez partidor (generalmente un porcentaje del valor de los bienes) más los honorarios del Actuario de la causa.
Gastos judiciales (costas del juicio de designación); honorarios de tasador, eventualmente gastos para rematar los bienes de la comunidad.
Honorarios de abogados, si cada comunero contrata uno. Generalmente corresponden a un porcentaje de los bienes de la comunidad.
Dependiendo si los bienes poseen su situación legal al día, pueden surgir costos extras relacionados con la regularización de dichos antecedentes. Esto además puede dilatar el plazo del juicio de partición.